La Web 2.0 es la transición que se ha dado de aplicaciones tradicionales hacia aplicaciones que funcionan a través del web enfocadas al usuario como el principal elemento. Se trata de aplicaciones que generan, sobretodo, colaboración e interacción, en las que los usuarios se convierten en “pro-consumidores”, es decir, en productores de la información que ellos mismos consumen. La infraestructura de la Web 2.0 está relacionada con nuevas tecnologías que han hecho que sea más fácil publicar información y compartirla con otros sitios Web, y qué mejor ejemplo que la Wikipedia para afianzar este nuevo concepto.
Pero, ¿qué papel juega la educación en todo este asunto? Más del que pensamos, ya que la educación 2.0 tiene como principal propósito el mismo concepto que la web 2.0: el trabajo colaborativo y la creación del conocimiento social, y qué mejor lugar para desarrollar esta tarea que el aula. Un aula como lugar apropiado para el trabajo en equipo y de ayuda mutua, donde tanto profesor y alumno se involucren en el proceso de enseñanza-aprendizaje, creando un ambiente de diálogo y participación, enriqueciendo la relación docente-discente y dejando de lado la idea de maestro como autoridad, siendo considerado ahora como un elemento de ayuda externa en el que los alumnos puedan confiar plenamente.
Muchos de los conocimientos adquiridos durante una etapa por el alumno dejarán de ser útiles pasados unos pocos años, por este motivo se hace necesaria una escuela 2.0 en la que se imparta una formación continua en la que el alumno aprenda a gestionarse por sí mismo. Por ello, es necesario enseñar al alumno a estar en continuo aprendizaje y a valerse por sí mismo para saber aprovechar los nuevos conocimientos en cualquier contexto, ya sea educativo, personal o social.
En la escueLa 2.0, los alumnos adquirirán las competencias necesarias para saber enfrentarse al mundo digital y globalizado que caracteriza la sociedad actual, preparándose para poder enfrentarse a cualquier situación tecnológica en un futuro próximo. Para ello, la continua actividad que caracterizaría a una escuela 2.0 se vería reflejada en tareas innovadoras y creativas en las que el alumnado fuera capaz de:
- Manejar los procesos y el contenido de lo que se aprende.
- Desarrollar un pensamiento creativo.
- Comunicarse e interactuar con sus compañeros, fomentando la colaboración y la participación.
- Aplicación del pensamiento crítico para resolver problemas, planificar proyectos y llevarlos a cabo de la mejor forma posible.
- Usar la tecnología de forma eficiente y productiva. Saber utilizar los recursos y la información planteada, sacando las ideas más relevantes de cada contexto.
domingo, 18 de octubre de 2009
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